viernes, 8 de febrero de 2008

Queremos hacer bochinche, que's mejor.....


23:00 - el perro del vecino del piso de abajo, denominado perro a falta de una palabra mejor para identificar a un engendro peludo del tamaño de una rata, perteneciente a una raza creada por chino muy aburridos y acomplejados a los que un día se les dió por cruzar perros de verdad con comadrejas, empieza a ladrar. Seguramente escuchó algún ruido extraño (algo como un ascensor en movimiento) y sin perder tiempo se dispuso a ejercer su tarea de guardián, emitiendo para ello lo que podría denominarse graznido producido por cuerdas vocales demasiado chicas para ladrar. Estos perros tienen el poder de someter a su voluntad a sus dueñas, invariablemente mujeres entradas en años con pésimo gusto decorativo, y por ende nadie intenta hacerlo callar hasta que él mismo se aburre de graznar, a eso de las 23:40.

00:40 - un flaco de la zona, uno de esos que entran en mi definición de Pocitos-plancha, anda en su moto. Está orgulloso de su moto, una Sanella de las nuevas, o quizá una Jiro Puch, sin duda una moto de hombre. Pero de lo que más está orgulloso es del caño de escape de su moto, un tubo infernal que emite el ruido de una metralleta con tantos disparos por segundo que no se siente el tartamudeo, sólo un disparo continuo. Y esto lo pone orgulloso, porque como bien sabemos un Pocitos-plancha necesita mostrarle a todo el barrio que tiene moto, cuál sería el objeto de tenerla si no? Por supuesto que su moto no anda a más de 20km/h, por lo cual pasan varios minutos entre que empiezo a escuchar el escape hasta que se aleja lo suficiente. Pero eso no es problema para él; a diferencia de los delivery que aunque igualmente ruidosos, van apurados, un Pocitos-plancha no tiene mucho que hacer, y de esta forma puede mostrar su moto mejor aún.

06:15 - Había sido una noche tranquila, y eso sólo podía significar una cosa: la alarma de algún auto iba a sonar de mañana. Esta vez fue especialmente temprano: algún Pocitos-plancha madrugador cuyo caño de escape con motoneta adherida pasó demasiado cerca ? una cagada de pájaro más pesada de lo normal? quién sabe... lo importante es que la alarma, confeccionada a partir de remixar y acelerar el sonido de 20 juegos de arcade de principios de los '80, de tal forma que el patrón de sonido no sea lo bastante regular como para que el cerebro humano lo incorpore como ruido de fondo y pueda eventualmente ignorarlo, empezó a sonar. Por supuesto, estas alarmas despiertan a cualquier ser humano en la vecindad, excepto a su dueño. Uno compra una alarma cuyo sonido sea compatible con el propio cerebro, cosa de poder ignorarlo y seguir durmiendo felizmente cuando suene a horas inapropiadas. Por suerte el señor en cuestión madrugó, o se levantó para ir al baño a eso de las 7:30 y atinó a apagarla... fue una suerte, mirá si se le quedaba sin batería....

Se me dió por vichar la Ley nro. 17.852 de "Prevención, Vigilancia y Correción de las Situaciones de Contaminación Acústica" y la encontré sumamente vaga. No sólo no se establecen en ella los niveles de emisión sonora aceptables, sino que no se detalla con claridad que cásos son contemplados como excepciones.
Se menciona como responsabilidad del MVOTMA el "
Fijar topes máximos de emisión sonora para los nuevos vehículos, equipos, máquinas, alarmas y demás artefactos emisores de ruido que se pongan a la venta y plantear un programa de reducción gradual de las emisiones que producen los que funcionan actualmente.". Si estos topes existen, no sé dónde están. Si su aplicación se controlara, a menos que hayan sido fijados por un sordo, la mitad de los vehículos que circulan en la calle no deberían estar habilitados. Y ni que hablar que esto no aplica a los niveles sonoros de las alarmas que se ponen después a los autos.
Las alarmas son el ejemplo moderno de la fábula del pastor mentiroso. Tanto en casas como en autos, suelen sonar falsamente tan seguido, que nadie les presta atención, y de hecho causan que la gente de los alrededores trate de alejarse. De tal forma, basta que un chorro se ponga algo en las orejas para que no le explote el cerebro y pueda completar su robo tranquilamente.
Existen opciones de alarmas que de activarse sólamente suenan en la central de la empresa de seguridad, pero claro, nunca está demás aturdir a todo el barrio para que sepan que en una de esas están robándonos la casa, o de repente entró un vientito medio fuerte por la ventana que dejamos mal cerrada.
Por cada delito evitado por una alarma, se registran miles y miles de molestias que en muchos casos contribuyen a trastornos de salud y conducta graves. Los costos de estos trastornos son muy difíciles de calcular, y nadie se tomaría tal molestia.

En un país donde las horas de descanso de la gente que trabaja valen menos que la falsa sensación de seguridad y que el capricho de tener un animal desagradable de una persona; en un país donde la música molesta y genera denuncias (excepto los tambores, esos se bancan a todas horas porque son "pueblo"), pero las emisiones sonoras y gaseosas de un caño de escape son aceptadas, hasta el punto que se admite que sean tuneados para ser aún más ruidosos de lo que salieron de fábrica; en un país donde vale más la pena tomar acción por mano propia y armarse de un iPod y un bate para romper a palos el origen de una alarma o amenazar directamente al vecino desconsiderado, que denunciarlo con una intendencia que jamás nos va a dar pelota; en un país así, la gente está no sólo moralmente hundida sino también mentalmente anulada.... empezar mi conquista mundial en este país, será una pavada....